Desbloquear patrones del subconsciente, bloqueos físicos y emocionales, proporcionándote una agradable sensación de bienestar.
Cambiando tu patrón de onda
El Baño de Gong fue creado a principios de 1970 por Don Conreaux
siguiendo las indicaciones de su Maestro Yogi Bhajan. A partir de aquí, Don lo divulgó por todo el planeta y hoy son miles las personas que los realizan en los cinco continentes.
El sonido y la vibración que emite el gong se introduce en el cuerpo físico. Afecta positivamente al cerebro, cambiando su patrón de onda, y a la mente facilitando la entrada en el espacio meditativo.
Esto le permite desbloquear patrones del subconsciente, bloqueos físicos y emocionales, proporcionándote una agradable sensación de bienestar.
La Terapia de Sonido con Gong está demostrando tener efectos positivos tanto en el plano físico, como emocional, mental y espiritual, y su gran capacidad para:
- Reducir el estrés
- Aliviar el insomnio.
- Conectar con tu Ser.
- Desarrollar la visión.
- Potenciar la intuición.
- Despertar tus dones.
- Abrir y alinear los chakras.
- Liberar traumas o bloqueos del pasado.
- Aclarar la mente para tomar decisiones.
- Calmar la ansiedad (especialmente si estás dejando de fumar).
- Tratar problemas físicos (quistes, lesiones de ligamentos, fracturas, cicatrices, ...).
- Encontrarse con personas que han abandonado este plano físico.
¡Constelar!
¿En qué consiste?
Un baño de GONG es una inmersión completa en el sonido. El Gong te lleva a un estado de profunda relajación donde se produce un proceso de reequilibrio natural de los cuerpos físico, mental y emocional.
Cuando vienes a un baño de gong, el gong se lleva tus preocupaciones, tus problemas, tus cargas. Al terminar, nos sentimos renacidos con la oportunidad de empezar de nuevo.
Conectar con una intención para la sesión y dejarse ir
El participante, solo tiene que tumbarse, en postura yóguica de savasana, cerrar los ojos, concentrarse en su respiración, conectar con una intención para la sesión y dejarse ir.
Antes de empezar un Baño de Gong, es conveniente informar a los asistentes que relajen su musculatura, que se concentren en la respiración y que dejen que el sonido del Gong penetre el cuerpo y guíe la mente.
No deben tensarse, ni oponer resistencia. Si se resisten al proceso natural de cambio, puede que se sientan cansados o irritados una vez finalizada la sesión.
Si eres una persona muy sensible al sonido o estás embarazada, comunicáselo al organizador para que encuentren la ubicación más conveniente para ti. Cuando comiences la sesión, asegúrate de que estás con la postura correcta.
A partir de aquí, hay que soltar el peso del cuerpo en el suelo
La postura que se recomienda es la de savasana. Ésta postura es muy importante para disfrutar de la experiencia. Es la postura que se adopta para cerrar con una relajación la práctica de una clase de yoga.
Recuerda, tenemos que conseguir que el cuerpo esté completamente relajado, inmóvil, con la mente a mínima actividad y manteniéndonos en vigilia.
Parece fácil, pero si tenemos en cuenta el objetivo de esta postura nos damos cuenta de su di1cultad. No sólo es tumbarse sobre la espalda y estirarse. Las manos deben mirar hacia arriba, los hombros deben estar rotados y hay que abrir el pecho.
A partir de aquí, hay que soltar el peso del cuerpo en el suelo sin que queden zonas con tensión, para permitir la relajación de la musculatura más profunda y además en el Baño de Gong, ¡No hay que dormirse!
A partir de aquí, los gongs sonarán durante 45 minutos sin interrupción.
Lo que llevará al participante a un estado de profunda relajación, dejándole disfrutar de un estado de neutralidad donde todo se desvanece.
Durante el Baño de Gong o después durante la relajación, algunas personas pueden llorar, sentirse sin peso o reír incontrolablemente. La liberación de sentimientos es un proceso natural del Baño de Gong. ya que el Gong libera los pensamientos que están bloqueando al participante y que sustentan los sentimientos de negatividad.
La sesión termina con un espacio de silencio, entre 5 y 10 minutos, en el que los participantes integran la experiencia. El sonido te lleva a donde tienes que ir y hace su trabajo aunque no seamos conscientes de ello. Si no tienes experiencia en yoga o en meditación, será una buena oportunidad para experimentar.
Si tienes experiencia, esta práctica permitirá profundizar y alcanzar tu proceso. Lo cierto es que cada experiencia es distinta, única e irrepetible.