MEDITAR NO ES FÁCIL
A mí me costó mucho empezar a meditar. No sé, en qué momento leí que meditar era dejar la mente en blanco.
Realmente esto me condicionó bastante.
Más tarde me dí cuenta que aquel texto era una mala traducción.
La mente por su naturaleza siempre está en movimiento, ¡nunca se puede quedar en blanco!
1. Pensamientos Intrusivos: Es normal que la mente divague. Los pensamientos pueden surgir sin previo aviso, lo que puede resultar frustrante.
2. Expectativas Irrealistas: Muchas personas creen que deben “vaciar” su mente por completo. Aceptar que la meditación es una práctica y que cada sesión es diferente puede ayudarte a liberarte de esa presión.
3. Inquietud Física: La incomodidad física, como dolor de espalda o tensión, puede dificultar la meditación.
4. Falta de Tiempo: La vida puede ser agitada y encontrar tiempo para meditar puede parecer difícil.
5. Miedo al Silencio: Para algunas personas, el silencio puede ser abrumador. La meditación no siempre tiene que ser silenciosa.
La práctica de la meditación te va a ayudar a mejorar la calidad del sueño y de tu descanso nocturno.
Cuando lo pruebes y puedas comprobarlo por ti mismo, no vas a querer dejar de meditar.
Te voy a hablar de los elementos básicos para empezar a meditar: la respiración, la postura y la visualización.
Como quiero que empieces ya, he añadido a este curso, una práctica con sonido y frecuencias de Gong para que experimentes todo el potencial del sonido.
Cuántas veces has pensado en los beneficios que la meditación puede tener para ti, pero no los has conseguido porque desconocías los trucos que en esta formación comparto contigo y que han ayudado a empezar a meditar a miles de personas.
Entre ellos meditar con el sonido del gong, cuando todo falla o cuando tienes la creencia de que para ti es imposible meditar.
